Vivir con discapacidad en Venezuela
Sinceramente que tener una discapacidad y vivir en Venezuela no es tarea fácil, cualquiera que se encuentre en esta situación entenderá a lo que me refiero: Ascensores que no funcionan o mejor dicho en los que no hay prioridad, edificios y calles sin rampas, barreras arquitectónicas que dificultan el trasladarse y lugares de esparcimiento público que no están adecuados de la mejor manera para personas con cualquier tipo de discapacidad.
Pues tal como lo dice Daniela Berlet, en un artículo publicado en el periódico La Voz el 16 de septiembre de 2012: “Depende mucho de las personas con las que uno esté tratando, pero en sí la sociedad es muy dura, la sociedad está en pañales, no sabe cómo tratar a una persona con discapacidad sin ofender, sin hacernos sentir menos…”, al hacer referencia al trato que se tiene con respecto a las personas en este país.
En Venezuela se necesita de una mayor consciencia en todo lo que se refiere a la discapacidad, creo que estamos lejos de llegarle a otros países como España, en donde este tema es preponderante en las innumerables campañas de inserción que realizan. Además, estamos en la necesidad de reforzar valores y tratos de solidaridad con quienes nos rodean. Me he cansado de contar las veces en donde posiblemente mis derechos de prioridad se han visto violentados; por ejemplo: en diversas oportunidades me he topado con grupos de personas frente a un ascensor y en lugar de ceder el paso, solo son capaces de entrar atropelladamente sin dejar más espacio dentro del elevador. Estoy segura que no soy la única que se ha visto en estas circunstancias, ya que esto no aplica solo a discapacidad motora sino a todos sus ámbitos.
Más campañas, más motivación y más solidaridad creo que son la fórmula perfecta para lograr cada vez más una mayor inserción de las personas con discapacidad en una sociedad más consciente y con capacidad de adaptación.
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